En muchos países de América Latina, el cementerio es uno de los lugares más interesantes. Guayaquil, Ecuador, tiene uno de los más grandes. Más de 800.000 cuerpos terrenales están enterrados aquí.
Cuando los españoles se establecieron en el nuevo mundo, sintieron la necesidad de enterrar a sus muertos en tierra consagrada. Los cementerios se colocaron a las afueras de áreas pobladas. Las ciudades crecieron alrededor de ellos, y algunos de éstos se quedaron finalmente en el centro.
El cementerio de Guayaquil fue fundado en 1823. A finales de la década de 1800 la ciudad tenía una expansión económica fuerte, causados por el incremento de la demanda del cacao. Todos los productos tenían que pasar por el puerto de Guayaquil, y muchas personas se enrriquecieron del comercio. Buena parte de las ganancias se invirtieron en su muerte. Un ecuatoriano adinerado no estaba satisfecho con una cruz de madera en la tumba de su familia.
Mausoleos de familias ricas “son obras de arte adornadas con ornamentos y estatuas. Muchos fueron pedidos y traidos desde Europa, especialmente Francia e Italia. Los ricos dejaron su huella de riqueza en éste lugar. Además podemos encontrar tumbas de hombres y mujeres importantes del país. El ruiseñor de America Latina ,Julio Jaramillo es uno de los sepulcros más visitados.
Las autoridades de la ciudad en colaboración con el Ministerio de Cultura han creado varias rutas guiadas de algunos kilometros en el cementerio , por lo que los turistas pueden ser dirigidos a las principales tumbas y sus recuerdos. Se han dado nombres poéticos a éstas rutas como “Bajo el Cielo del recuerdo”, “Entre la grandeza y la huella eterna” y “Tras la sombra del último verso.